El tratamiento de lesiones con
ultrasonidos es uno de los más comunes dentro del ámbito de la
electroterapia. El tratamiento por ultrasonidos transmite una
onda terapéutica mediante un transmisor, generalmente en forma de gel o agua.
La terapia de ultrasonidos es una de las técnicas más utilizada en Fisioterapia, y se emplea principalmente como terapia para aliviar el dolor, para recuperar lesiones o tratar algunos tipos de cáncer. Lo más frecuente es aplicar ultrasonidos en una frecuencia de 1 a 3 Megaherzios teniendo en cuenta que, a mayor frecuencia, menor penetración por lo que en lesiones y patologías que requieran de profundidad es recomendable aplicar 1 Mhz.
Entre los
efectos de la aplicación de la terapia por
ultrasonido podemos destacar:
1.Efectos térmicos: Resulta inevitable que la vibración por la aplicación de ultrasonidos genere calor lo que produce un efecto positivo en los tejidos, siempre y cuando lo aplique personal cualificado para evitar quemaduras en las superficies externas alrededor del hueso (periostio).
2. Efectos Biológicos: Debido a la permeabilidad de la membrana a nivel celular en la aplicación de ultrasonidos, es posible administrar sustancias que favorezcan la recuperación de lesiones.
3. Efectos mecánicos: Al generar una vibración determinada podemos mejorar la elasticidad del tejido que tratamos posibilitando la recuperación de lesiones como la tendinitis y cicatrices queloides.
4. Efectos químicos: Al aplicar ultrasonidos se produce una vibración que acelerará un intercambio en la zona y aumentará la presión sanguínea.
5. Efecto masaje: El calor y el contacto del cabezal puede producir un efecto relajante y placentero en el paciente a modo de masaje que posibilitaría la recuperación de la lesión y aliviará el dolor en la zona afectada.