Los especialistas del Centro Balear de Cirugía Artroscópica Avanzada en Palma de Mallorca, utilizan todos los medios posibles para evitar la sustitución de la rodilla, la cadera u otra articulación. Sin embargo, cuando la articulación está demasiado desgastada, la última y mejor opción viable para mejorar la calidad de vida de las personas es poner una prótesis.

En estos casos, las prótesis tienen muchas ventajas. La principal reside en que el afectado recuperará la mayor parte de la movilidad anterior a la lesión y se consigue eliminar el dolor. La prótesis, tras la operación, aguantará en buen estado una media de diez años si el paciente no la usa de manera excesiva, algo menos frecuente en pacientes jóvenes.

La operación consiste en la extracción del hueso dañado (siempre lo menos posible) y la colocación de las prótesis en cada lado de la articulación. Al día de la operación, ya se comienza a mover el paciente con ayuda de un andador para mejorar la musculatura. Hasta que la musculatura vuelva a su estado original, es normal la existencia de algunos dolores propios de la misma operación. Para evitar en lo posible los inconvenientes del postoperatorio, se deben seguir las recomendaciones médicas y seguir una rehabilitación adecuada.

Generalmente no surge ningún problema posterior a la operación de prótesis, sin embargo en ocasiones pueden aparecer efectos secundarios. Los más importantes son el aflojamiento o la dislocación de la prótesis, en las que casi siempre hay que hacer una nueva operación. En ocasiones aparecen infecciones, coágulos y daños en vasos sanguíneos, pero no son habituales.