Con la bajada de temperaturas nuestro cuerpo se resiente provocándonos catarros y gripes, pero nuestra garganta no es la única perjudicada durante el invierno. El frío puede provocar que nos duelan los músculos y las articulaciones.
Con la llegada del frío nuestro cuerpo se pone en tensión por lo que nuestros músculos se contraen. Si pasamos muchas horas a temperaturas bajas notaremos nuestro cuerpo más cansado e incluso los músculos doloridos.
Además un
estudio reciente publicado por el Instituto Poal de Reumatología de Barcelona y la Unidad de Salud Articular de Bioibérica Farma ha demostrado un aumento del dolor articular con el descenso brusco de temperatura que se agrava en pacientes con lesiones reumáticas como artrosis.
Con el frío que nos acecha es necesario que cuidemos nuestras articulaciones. Para ello lo más recomendable es combinar ejercicio moderado con calor local mediante prendas de compresión, bolsas de agua caliente y calentadores.
Redacción: Tulesión