¿Qué es la tendinitis rotuliana? La tendinitis rotuliana es una lesión producida en el tendón rotuliano, se trata de una rotura parcial del tendón rotuliano en su punto de inserción en la rótula.
La tendinitis rotuliana en las rodillas es muy frecuente en personas que realizan ejercicios físicos relacionados con saltos, de ahí que se llame comúnmente a esta lesión rodilla de saltador, y también sea conocida como rodilla de futbolista. Es conveniente fortalecer los grupos musculares que existen alrededor de la rodilla, sobre todo los cuádriceps, que tiene una importante función sobre el movimiento de la rodilla y de todo el miembro inferior, así como en todo tipo de movimientos.
Para prevenir la tendinitis rotuliana se debe evitar el sobreentrenamiento, realizar estiramientos y utilizar un calzado adecuado.
Para fortalecer los cuádriceps y evitar así lesiones relacionadas con las rodillas es recomendable realizar ejercicios como los que vamos a explicar a continuación:
-
Sentadillas: De pie, se separan las piernas a la altura de los hombros y manteniendo la espalda recta se realizan sentadillas, es decir, se flexionan las rodillas de forma lenta hasta que los muslos queden paralelos al suelo despegando los talones del suelo. Se realizarán tres series de 20 repeticiones. Este ejercicio también puede realizarse aplicando peso por medio de mancuernas o con un balón situado entre la espalda y la pared.
-
Zancadas inversas: Otro ejercicio de fortalecimiento de cuádriceps recomendable para la tendinitis rotuliana consistiría en separar las piernas a la altura de los hombros, mover una pierna un paso hacia atrás a la vez que flexionamos la rodilla hasta casi tocar el suelo apoyando el peso del cuerpo sobre esta pierna. Volvemos a la posición de origen alternando la pierna derecha e izquierda.
Este ejercicio también puede realizarse haciendo un pequeño salto que permita cambiar el apoyo de pierna a otra (zancadas con salto), o incluso con una barra situada por detrás de la cabeza apoyada en los hombros (zancadas con barra).
-
Zancadas laterales: Con las piernas abiertas a la altura de los hombros y el tronco erguido, se debe mover una pierna dando un paso lateral aumentando la apertura y flexionándola agachándonos sobre esta pierna, manteniendo la otra estirada para volver después a la posición de origen. Los talones deben mantenerse pegados al suelo y el pie de apoyo inmóvil. Después de una serie de repeticiones se cambiará de pierna.
Siempre es recomendable que estos ejercicios sean supervisados por un profesional como un fisioterapeuta o un entrenador personal para que pueda indicarnos si los ejecutamos correctamente o nuestra postura es la correcta. Además debe indicarnos el número de series y repeticiones que debemos realizar en función de cómo esté de afectado el tendón rotuliano y nuestro estado físico.
Nuestras recomendaciones para la tendinitis rotuliana: