En 2011, Gerard Piqué solo aguantó 9 minutos en el partido ante el Racing de Santander debido a las molestias que sufría en los isquiotibiales de su pierna derecha. El jugador azul-grana se suma ya a la interminable lista de deportistas de élite que sufren lesiones en la cara interna del muslo.
Las lesiones de los isquiotibiales
La distensión de los isquiotibiales es la lesión más común de los jugadores de fútbol, además “es la que demanda más días de reposo” según el doctor Per Holmich.
El síntoma más común que sufrimos con una lesión de los isquiotibiales es el temido “pinchazo” pero hay un elevado porcentaje de casos en los que con el trabajo adecuado podríamos evitar esta lesión, afirma el doctor Per Holmich.
Esta lesión se produce debido a una sobrecarga de presión en los músculos isquiotibiales. El doctor Per Holmich y su equipo, diseñaron un complejo programa de ejercicios de fuerza en los que sometía al músculo a presiones similares a las que los jugadores sufrían en el campo. De esta manera fortalecía los isquiotibiales de los futbolistas, preparándolos para enfrentarse a elevados esfuerzos.
El estudio demostró que los deportistas que siguieron esta serie de ejercicios fueron menos propensos a sufrir lesiones en los isquiotibiales durante toda la temporada.
Evita lesiones trabajando la flexibilidad de los isquiotibiales en casa

Ejercicio 1:
Nos sentamos en el suelo estirando completamente una pierna y manteniendo la otra flexionada. Elevando los brazos, bajamos el cuerpo intentando que el pecho toque la rodilla de la pierna estirada. Es importante que mantengamos un ángulo de 90º de apertura entre las piernas. Mantenemos esta posición durante unos segundos hasta notar tensión en la parte posterior del muslo y la pierna. Realizamos el mismo procedimiento con la pierna contraria.
Ejercicio 2:
Se trata de un triple ejercicio para realizar de pie. Con las piernas paralelas a los hombros y las rodillas estiradas. Doblamos el dorso manteniendo la espalda recta y bajamos hacia una pierna, posteriormente hacia el centro y por último la otra pierna, tratando de agarrarnos los tobillos. Bajamos con la pierna.
Ejercicio 3:
Sentados en el suelo con las piernas abiertas en un ángulo de 60º y las puntas de los pies estiradas. Bajamos con la espalda recta intentando agarrarnos primero un tobillo, volviendo a la posición inicial bajamos a la otra perna y por último al centro con las manos estiradas.