Son de sobra conocidas la
crioterapia (aplicación de frío con fines terapéuticos) y la
termoterapia (aplicación de calor con fines terapéuticos). Pero ¿cuál es más recomendable? Depende del tipo de lesión y del tiempo que ha transcurrido desde que se produjo.
¿Cuándo aplicar hielo?
Es recomendable la aplicación de hielo en caso de contusión o sobresolicitación de nuestro sistema musculo-esquelético. Aparecen hematomas, dolor, enrojecimiento, inflamación… En este tipo de situaciones post-traumáticas agudas es recomendable aplicar frío, como también tras una intervención quirúrgica u otros procesos inflamatorios.
Cuando aplicamos frío facilitamos el proceso de recuperación ya que el dolor disminuye, así como el espasmo muscular, el edema y la inflamación.
¿Mejor frío o hielo?
La forma más clásica de crioterapia es la aplicación de hielo, sin embargo es más efectivo aplicar frío. La temperatura del frío dependerá de la profundidad a la que queramos llegar.
Los baños de frío son efectivos cuando queremos aplicar frío de una forma más global, sobre todo en caso de pequeños y numerosos microtraumatismos.
Dependiendo de la gravedad y localización de la lesión, de la persona y su estilo de vida se deberá aplicar frío con mayor o menor frecuencia y con una duración determinada.
1ª opción: de 10 a 20 minutos 2-4 veces al día
2ª opción: de 20 a 45 minutos cada 2 horas 7-8 veces al día
3ª opción: de 15 a 20 minutos de aplicación repitiéndolo cada 10 minutos durante dos horas tres o cuatro veces al día en las primeras 48 horas. 12-20 veces al día.
En contusiones muy leves normalmente bastará con una
aplicación post-traumática mientras que en contusiones más graves el tratamiento puede llegar hasta las 72 horas.
¿Cómo aplicar el frío?
• Asegúrate de la crioterapia no tiene contraindicaciones en tu caso o en el de tu lesión
• No lo apliques directamente sobre heridas o lesiones dermatológicas
• Coloca sobre la piel alguna protección con el fin de evitar el contacto directo
• Pon una toalla o venda seca para disminuir el efecto de enfriamiento por el aire ambiental
¿Cuándo aplicar calor?
La termoterapia suele ser eficaz en el
período postagudo (72 horas después) de esguinces, distensiones y contusiones. Favorece la relajación general y aumenta la movilidad articular en articulaciones con amplitud limitada.
El calor aumenta la distensibilidad de los tejidos colágenos, disminuye la rigidez articular, reduce el dolor y la inflamación, alivia el espasmo muscular y aumenta el flujo sanguíneo, por esos puede ayudar a tratar diversas patologías. Está indicado en:
• Afecciones dolorosas
• Contracturas y dolores musculo esqueléticos
• Afecciones que cursen con acortamiento de los tejidos cercanos a la articulación
• Reumatismos crónicos
• Procesos inflamatorios subagudos y crónicos
¿Cómo aplicar calor de forma correcta?
• Comprueba que no existen contraindicaciones
• No apliques directamente sobre heridas o lesiones dermatológicas
• No aplica inmediatamente después de una lesión
• Coloca alguna protección sobre la piel
• Pon una toalla o venda seca para disminuir el efecto de enfriamiento por el aire ambiental
Terapia de contraste
La alternancia de frío y calor ayuda en el
tratamiento post-traumático. En los momentos agudos de la lesión estimula el flujo linfático y sanguíneo eliminando los desechos metabólicos, repara el musculo ejercitado y reduce el edema post-ejercicio.
La
metodología y los tiempos indicados varían según el autor. Para su aplicación se requiere el uso de dos recipientes, uno con agua caliente a temperatura de 38 a 44ºC y otro con agua fría entre 10 y 20ºC, en los que se sumergen las extremidades de forma alternativa.
• 7-10 minutos en agua caliente
• 1 minuto agua fría
• 4 minutos de agua caliente
• 1 minuto de agua fría
• Repetir los ciclos hasta completar un total de 30 minutos
Redacción Tulesión.com
Fuente:
Sportlife