Cuando llega el invierno, la pereza tiene mucha más cabida dado que el clima hace que nos provoque mucho más quedarnos calentitos bajo las sábanas que salir a correr con el viento frío pegándonos en la cara. Lo cierto es que
le plantes cara al clima por tu bienestar, así que lo más recomendable es que te armes de toda la determinación que has reunido hasta ahora y
le plantes cara al clima por tu bienestar.
Es cierto que correr
en temperaturas bajas puede generar dolores musculares si no nos vestimos de la manera adecuada. El frío puede causar que la sangre no llegue bien al músculo, y este impedimento es el que genera los molestos y famosos dolores. Si ya has sufrido de estos dolores antes de que la estación invernal llegara, quizá lo más recomendable sea que vayas a tu médico de confianza o a un especialista para que revise y confirme que todo está bien con tus sistema motriz. Puedes encontrar
los mejores especialistas en Madrid con Smartsalus o echar mano de las recomendaciones de conocidos que hayan pasado por la misma situación.
Trucos para entrenar en invierno
Existen ciertos consejos o trucos que puedes usar para mantenerte motivado y entrenar en invierno. Durante el frío,
un compañero de entrenamiento te haría mucho bien, pues entre ambos podrían mantenerse motivados y si ya te está esperando en el parque es mucho más difícil decirte que no y quedarte en cama. Si no tienes compañero, puedes motivarte y decirte que volverás pronto si ves que hace demasiado frío, aunque una vez que empieces sea difícil que mantengas una rutina corta.
Otro aspecto sumamente importante para correr con frío es
saber vestirte con las prendas adecuadas. Existe ropa diseñada para cortar el viento que te viene de frente cuando sales a correr bajo la nieve y que expulsan el sudor y el calor que generes una vez tu cuerpo está caliente para evitar los resfriados. Si no sabes qué ropa ponerte,
recuerda que el consejo principal es vestirte como si el termómetro marcara 10ºC más de los que hay, pero también es importante que te vistas en capas para mantenerte caliente. Mantén tus pies, cuellos y manos calientes y verás como el resto de tu cuerpo se adapta al clima de manera natural.
El último consejo (y este va para aquellos que corren después del trabajo o en la noche, cuando la ciudad está más tranquila) es que
la ropa que usemos sea fluorescente. Si te haces notar será mucho más fácil protegerte de los coches o de cualquier otro peligro que te cueste ver cuando vas en marcha.
Lo más importante es que mantengas tu compromiso con tu salud y tu cuerpo y no te dejes invadir de excusas para posponer tu entrenamiento un día más. Si rompes la rutina, retomarla te va a costar mucho más que lo que te costó empezarla, ¡así que ánimo!