La escoliosis se define como una curvatura lateral anormal de la columna de 10 grados o más y se suele identificar porque la columna vertebral tiene forma de “S” si se observa desde detrás.
Los
síntomas de los cuatro principales signos o patrones por los que se manifiesta la escoliosis son:
1.
Rigidez torácica: el patrón de curvatura torácica derecha es la más común que se encuentra en escoliosis idiopática. Puede ser identificado por el sello de la joroba en el lado derecho, y a menudo incluye un hombro derecho elevado con redondeo hacia adelante. Una prominencia musculosa en la parte inferior izquierda de la espalda puede presentarse en este tipo de escoliosis, aunque tampoco se da el caso siempre. El centro de gravedad se desplaza a la derecha del niño. Cuando lo vemos desde detrás, el omóplato derecho se eleva desde la caja torácica.
2.
Lumbar izquierdo: el patrón lumbar izquierdo es también bastante común en escoliosis. La desorganización postural más común incluye una cadera más baja en el lado izquierdo del niño. El centro de gravedad del niño se desplaza a menudo a la izquierda.
3.
Toracolumnar izquierdo: este tipo de curvatura está acompañada por una prominencia muscular izquierda y puede verse parecido a la curvatura torácica izquierda, si la caja torácica está involucrada.
4.
Torácica derecha Lumbar izquierda: las dos curvaturas dobles mayores pueden ser indetectables debido al equilibrio relativo de la columna. Una curva pronunciada en la parte derecha de la cintura puede ser evidente. La cadera izquierda también puede ser ligeramente inferior.
En líneas generales estos son los cuatro patrones que más se repiten en el diagnóstico de una escoliosis. Siempre es de gran importancia el poder detectar esta anomalía de la columna vertebral en las edades más tempranas, y así adoptar un tratamiento para la escoliosis y las medidas correctoras adecuadas con la mayor garantía de éxito para el paciente.