Infiltraciones
La infiltración de medicamentos y sustancias es un tratamiento eficaz que permite la aplicación localizada favoreciendo la recuperación de la lesión y el alivio del dolor.
La infiltración es una técnica que consiste en introducir un medicamento o sustancia mediante una jeringa en la zona lesionada. Realizar una infiltración resulta más eficaz que administrar el medicamento por vía oral ya que estamos localizando su aplicación, inyectándolo en la zona exacta que lo requiere.
El objetivo principal de las infiltraciones es aliviar el dolor y acelerar el proceso de curación de la lesión. En muchas ocasiones la mezcla infiltrada combina anestésicos con esteroides, aunque también se pueden aplicar otras sustancias de tipo biológico como puede ser Plasma Rico en Factores de Crecimiento o Células Madre, entre otros.
Generalmente las infiltraciones se realizan cada quince días, con un máximo de cuatro infiltraciones al año aunque siempre dependerá del tipo de infiltración y lesión del paciente.
Este tratamiento específico es recomendable para lesiones del aparato locomotor por lo que podemos asociarlo a otras especialidades como la Fisiatría, la Medicina Deportiva o la Traumatología.